“Una imagen vale más que mil palabras”, “la comida entra por los ojos” son frases que en la era de las redes sociales, toman gran dimensión. Tener imágenes que hablen por sí solas de tus platos es necesario para llamar la atención de los usuarios, abrirles el apetito y que quieran ir pronto a tu restaurante. No solo eso, sino que, para las cartas digitales, o en los casos de take away o envío a domicilio, contar con imágenes que muestran la realidad de cada plato evita que los comensales se lleven desilusiones y disgustos.
La fotografía gastronómica conecta los sentidos de la vista y el gusto; permitiéndole al usuario sentir inmediatamente atracción y antojo hacia los alimentos.
Como hemos nombrado anteriormente, toda estrategia de marketing para la industria gastronómica, debe ser bien visual. Como usuarios, comemos con los ojos. Elegimos un nuevo restaurante al cual visitar porque nos ha gustado la ubicación, las imágenes de los platos, sus repercusiones en Instagram, sus postres tentadores o las reseñas.
Contar con buen material fotográfico posicionará a tu marca y será de las mejores cartas de presentación para tu restaurante. El objetivo de estas imágenes es poder proyectar el plato lo más apetecible y real posible, para incentivar a los usuarios a que vayan a probarlos.
Hay fotógrafos que solo se dedican a este tipo de fotografía, ya que no se trata de simplemente poner un plato sobre la mesa y listo, sino de buscar y dar un toque especial para generar entusiasmo y brillos en los ojos de quien lo vea.
5 tips de fotografía para restaurantes
La fotografía debe ser clara y precisa. Es importante contar con fondos homogéneos, que no compitan con el plato y que favorezcan la atención al mismo o al ingrediente principal.
En la medida de lo posible, haz que pasen cosas. Si la comida está caliente, que salga humo; haz que el queso esté derretido, recién salido del horno, entre otros. Utiliza modelos para recrear momentos, una persona agarrando una hamburguesa, un grupo de amigos tomando una pizza… De esta forma el usuario podrá remontarse a ese momento, a lo que sentirá en ese encuentro, con esa comida y querrá ir de inmediato. De esta forma también lograrás darle sentido a la composición, tu plato tendrá un propósito, siendo fiel a la identidad y esencia del restaurante y del chef.
Ten en cuenta la limpieza. Es vital cuidar estos detalles en la gastronomía, lo bueno es que puedes controlarlos mejor en post-producción. Si quedó cierta suciedad en la mesa, alguna huella, etc, podrá sacarlo la persona encargada de la edición.
Es importante reconocer el estilo propio de las imágenes que va a definir a tu restaurante. Puede ser minimalista, dark moody, el famoso estilo foofporn, colores y patrones coloridos, entre otros. Al definir tu estilo, lograrás diferenciarte y posicionarte, haciendo que el usuario reconozca tu marca tan solo viendo una foto.
El punto de enfoque debe utilizarse en su justa medida, podrás hacer hincapié en el ingrediente principal, en el plato entero, o sino, podrás utilizar el enfoque flatlay, que es la foto tomada desde arriba (con este último, no se lucirá el volumen de los alimentos, pero es visualmente atractivo). Lo mejor en este caso, es jugar con diferentes enfoques y lograr diversidad en tus fotos, mostrando el mismo plato de diferentes ángulos.
Ahora que ya sabes la importancia de fotografiar tus platos y conoces ciertos trucos para que salgan lo mejor posible ¡manos a la obra!
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